Cómo ser monitor de Pilates. Requisitos para ser instructor

Cómo ser monitor de Pilates es la primera pregunta que se hace una persona que busca enfocar su vida profesional a la enseñanza de este método, el cual se imparte en un gran número de centros y gimnasios de todo el mundo.

El método Pilates cuenta, actualmente, con una popularidad enorme desde que sufriera un auge importante en la primera década del siglo XXI.

Fruto de esto, el Pilates ha dejado de ser una moda para convertirse en una actividad física común en el catálogo de muchos gimnasios y centros deportivos, además de existir gran cantidad de centros de Pilates dedicados exclusivamente a esta disciplina.

Impartir clases de Pilates se ha convertido, pues, en una opción para muchas personas que buscan una profesión haciendo lo que más les gusta y apasiona.

En este artículo te mostramos cómo ser monitor de Pilates, los requisitos que hacen falta, y donde puedes obtener todo lo necesario para hacer de una afición tu profesión.

Cómo hacerse instructor de Pilates

Para ser monitor de Pilates, deberemos realizar una formación específica en esta disciplina en la cual aprenderemos desde lo más básico, hasta lo más avanzado.

Además, un curso de monitor de Pilates no solo nos va a enseñar los fundamentos del método Pilates; sino que, además, nos enseñará cómo debemos enseñar Pilates una vez empecemos a impartir clases de esta actividad.

Para poder realizar un curso de monitor de Pilates no se necesitan conocimientos previos ni experiencia en esta actividad, ya que, por lo general, una buena formación comienza desde lo más básico hasta llegar a lo más avanzado.

Formarnos en Pilates supondrá aprender conceptos de anatomía, funciones corporales, movimientos y, por supuesto, todo lo relativo al método Pilates.

Debemos saber también que podemos optar por cursos de monitor de Pilates en versiones online y presencial, ambas con la misma validez y efectividad a la hora de incorporarnos al mercado laboral.

Cómo es un buen curso de monitor de Pilates

Escoger un buen curso para ser instructor de Pilates va a ser un punto fundamental de cara a poder trabajar una vez hemos finalizado la formación.

Para ello debemos optar por una escuela de formación deportiva reconocida y acreditada, ya que ello va a ser sinónimo de calidad en la formación, y un valor añadido a la hora de incluir nuestra titulación en el currículum.

Dicho esto, los contenidos de un curso para ser monitor de Pilates deben abordar los siguientes temas:

• Anatomía del cuerpo humano. Se trata de algo imprescindible para conocer posteriormente en qué influye cada ejercicio, qué va a mejorar, que músculos implica y en que planos se han de ejecutar los movimientos. Con estos conocimientos podremos, posteriormente, dirigirnos a nuestros futuros alumnos con propiedad a la hora de explicar cada ejercicio.
• Conceptos básicos del método Pilates. Conocer la filosofía del método Pilates va a ser básico de cara a poder aprender y enseñar esta disciplina en las posteriores clases que impartiremos. Se trata de aspectos tales como los principios del Pilates y su historia, el concepto de powerhouse, la respiración y todo lo referente a la estructura de las clases de Pilates.
• Ejecución de ejercicios básicos, intermedios y avanzados. Como es lógico, un futuro monitor o monitora de Pilates debe conocer a la perfección cómo se realizan los diferentes ejercicios de esta disciplina. Las formaciones de Pilates, tanto presenciales como online, permiten conocer de manera muy visual cómo realizar todos estos ejercicios.

Otra duda que surge en este sentido, es cuánto dura un curso de Pilates. Si conocemos esta disciplina, sabremos que cuenta con una amplia variedad de ejercicios y conceptos teóricos.

Ello lleva a que un curso completo cuente con una gran carga lectiva y práctica, por lo que estaríamos hablando de formaciones que rondan las 600 horas.

El hecho de contar con tal cantidad de horas de formación permite terminar el curso con un nivel de preparación adecuado para incorporarse al mercado laboral con garantías.

Importancia de la escuela en el curso de Pilates

Antes ya hemos comentado la importancia de escoger una buena escuela para nuestra formación, ya que ello nos beneficiará a la hora de poder incorporarnos al mercado laboral.

Un aspecto importante que debemos comentar es el siguiente.

Actualmente la profesión de monitor de yoga, actividades dirigidas en grupo o entrenador personal se encuentra regulada por las diferentes leyes del deporte vigentes en algunas comunidades autónomas españolas.

Esto supone que las personas que desean dedicarse a estas actividades profesionales deben realizar una acreditación de competencias, en la cual se exige haber realizado un determinado número de horas lectivas en una escuela acreditada.

No es el caso de los monitores de Pilates, pero es algo que debemos tener en cuenta de cara a futuro, en caso de que esta profesión sea incluida en estas leyes del deporte.

Por lo tanto, si a día de hoy realizamos un curso de monitor de Pilates en una escuela acreditada, como es APTA Vital Sport, llegado el momento podremos presentarnos al proceso de acreditación de competencias con garantías.

Se trata de un aspecto de gran importancia, ya que para ello no valdrá cualquier curso realizado en escuelas sin reconocimiento, con escasas horas lectivas, o que no se ajusten al temario correspondiente, como ocurre en las profesiones citadas anteriormente.

Además, optar por una escuela con larga trayectoria en la formación de profesionales del Pilates y otras disciplinas, también garantiza recibir una docencia de calidad y contrastada, la cual es avalada por la entrada al mundo laboral de los profesionales que se han formado en ella.

Cursos de diferentes modalidades de Pilates

Otra duda que surge a una persona que quiere estudiar un curso de instructor de Pilates es en qué modalidad se ha de formar.

Como sabremos, existe el Pilates suelo o Pilates mat, el Pilates con máquinas, o el Pilates para terapeutas.

Como ocurre con las profesiones de entrenador personal o de instructor de yoga, lo conveniente es empezar formándose en el área más general y completa, que en este caso será el Pilates suelo o mat.

En un curso de Pilates suelo se aprende todo lo expuesto en el anterior apartado, donde decíamos que debe contener un buen curso de Pilates.

A nivel general, las clases de Pilates suelo son las que cuentan con un mayor número de horas en gimnasios y centros deportivos, por lo que formarnos en esta área nos abrirá las puertas de muchos puestos de trabajo ofertados en estos centros.

Por otra parte, nos encontramos con otros cursos, como los de Pilates con máquinas, Pilates con banda elástica, o formaciones orientadas al Pilates terapéutico o para fisioterapeutas.

Realizar estas formaciones nos permitirá enfocarnos en un nicho de mercado específico, lo cual aumentará nuestras opciones de encontrar empleo o de abrir nuestro propio centro de Pilates especializado.

Las formaciones de especialización cuentan, en la actualidad, con una gran importancia, ya que nos permiten diferenciarnos del resto de profesionales que únicamente cuentan con una formación general.

Requisitos para ser monitor de Pilates

Para ser monitor de Pilates se debe cumplir una serie de requisitos, los cuales, como vamos a poder comprobar, no van a suponer un impedimento para cualquiera que desee formarse en esta área tan demandada de trabajo actualmente.

Si queremos ser instructores de Pilates deberemos cumplir con lo siguiente:

Tener buena actitud personal hacia la enseñanza

Lógicamente, si queremos dar clases de Pilates deberemos tener gusto por la enseñanza y por impartir conocimientos.

Esto es algo que debe transmitirse también a lo largo de un curso de monitor de Pilates, ya que el objetivo del mismo es formar a futuros profesionales de la enseñanza.

Un monitor que imparte sus clases con ganas y entusiasmo siempre va a conseguir una mayor implicación de sus alumnos, frente a otro que muestra un tono más neutro o indiferentes en relación a lo que intenta transmitir.

También se debe tener en cuenta el saber resolver las dudas de los alumnos con gusto y detenimiento, ya que esto forma parte de la rutina diaria de un instructor de cualquier área, no solo del Pilates.

Ser buenos comunicadores

Relacionado con el punto anterior, un buen monitor de Pilates debe saber comunicar lo que quiere transmitir a sus alumnos.

Aquí entran en juego el tono de voz, el volumen, el vocabulario empleado...

Se debe dar instrucciones claras y acordes al nivel de la clase que se está impartiendo; ya que no es lo mismo dirigirnos a alumnos avanzados con experiencia en Pilates, que a alumnos que llevan pocas semanas en esta disciplina.

Todo esto nos hará ser instructores con carisma, y nuestros alumnos verán en nosotros una figura única y referente diferenciada del resto de instructores.

Este es otro punto que se tiene en cuenta a la hora de impartir un curso de formación para monitores de Pilates.

Tener buena condición física

Cómo es de esperar, un buen monitor o monitora de Pilates debe ser capaz de llevar a cabo, en un día, una o más sesiones de Pilates, de forma que sea capaz de ejecutar a la perfección todos los ejercicios.

A la hora de realizar un curso de monitor de Pilates, este hecho no va a ser tan importante como lo será en el momento de empezar nuestro trabajo.

Por lo tanto, debemos ser conscientes que, una vez empecemos a trabajar como monitor de Pilates, deberemos mantener nuestro estado de forma en un nivel elevado de manera constante.

Contar con la formación adecuada

Por último, y como hemos visto a lo largo de todo este artículo, para ser monitores de Pilates deberemos contar con una titulación que acredite que hemos adquirido los conocimientos necesarios para poder impartir clases.

Aquí no importa si se trata de una formación presencial, o bien se trata de un curso online de monitor de Pilates; lo importante es que la formación sea de calidad, y que sea impartida por una escuela reconocida por los motivos antes comentados.

Dónde trabajar como monitor de Pilates

El trabajo de monitor de Pilates supone contar con la responsabilidad de tener, a nuestro cargo, la salud de los alumnos. Por ello, la formación continua es fundamental para que la calidad de nuestra enseñanza se vea potenciada.

Formarnos como monitores de Pilates nos permite trabajar, por cuenta ajena, en centros deportivos, gimnasios o centros especializados de Pilates, los cuales son numerosos en las grandes ciudades.

Una buena formación nos ayudará a crear una base sobre la cual apoyar el continuo aprendizaje que supone avanzar como instructores de Pilates en diferentes áreas.

Otra opción será abrir nuestro propio centro de Pilates, en el cual deberemos establecer un programa de actividades, adquirir material, acondicionar el espacio...

Se trata de una opción que va a suponer un desembolso económico a tener en cuenta, pero que puede reportarnos grandes beneficios.

Por último, y no menos importante, podremos trabajar como monitores de Pilates online gracias a la tecnología actual.

Se trata de una vía de enseñanza que está creciendo en popularidad gracias a las ventajas que ofrece, tanto para el monitor como para los alumnos.

Como hemos podido ver, hacerse instructor o instructora de Pilates es algo muy sencillo para cualquier persona que busque hacer de su pasión su profesión.

El Pilates actualmente cuenta con muy buena acogida como actividad en los centros deportivos, gimnasios y centros específicos de esta disciplina, por lo que pensar en impartir clases del método Pilates es un valor seguro de cara a obtener un empleo.