Los refrescos, son algo que forma parte de nuestra cultura. Ya sea mientras comemos, cuando tenemos sed o simplemente porque nos apetece. Antes de ingerir uno de ellos, deberíamos parar, pensar en las posibles consecuencias y concienciarnos de lo nocivos que pueden llegar a ser para nuestra salud.
Además de fomentar la obesidad, corremos el riesgo de contraer multitud de enfermedades que pueden llegar a convertirse en letales.
Recientes estudios, revelan que existen registradas más de 184 mil muertes anuales por enfermedades derivadas como la diabetes, cáncer, cardiovasculares, etc.
¿A qué bebidas nos referimos?
No podemos centrarnos en bebidas gaseosas y quedarnos ahí, debemos ser conscientes de que existen más bebidas que bebemos casi a diario, y que de igual modo nos afectan muy negativamente al organismo. Para realizar estas estimaciones, los expertos seleccionan refrescos, bebidas de frutas, bebidas energéticas, tés helados dulces y zumos caseros por lo que podemos ver como son bebidas que se encuentran a la orden del día y que incluso incluimos habitualmente en nuestra dieta.
Si tuviéramos que decantarnos por qué tipo de bebidas son peores, si las gaseosas o los jugos, sería muy difícil de acertar, ya que dependiendo de las marcas, de los tamaños, etc. varían sustancialmente. Lo único que está claro es que ambas superan sobradamente los niveles recomendables de azúcar.
Por tanto, como comentábamos las enfermedades que pueden llegar a aparecer por una ingesta inadecuada de bebidas azucaradas podrían llegar a ser las siguientes:
Problemas cardiovasculares
Nuestro organismo necesita una determinada cantidad de azúcar por lo que aquella que no utilice la va a almacenar en forma de grasa, que es lo que conocemos con el nombre de triglicéridos. Por tanto, si consumimos más azúcar de la necesaria la consecuencia más directa es el aumento de los triglicéridos en la sangre, llegando a poder aparecer problemas a nivel cardiovascular.
Problemas cereborvasculares
El exceso de azúcar en el cuerpo almacenado en forma de grasa produce un aumento de peso no deseado, lo que puede originar enfermedades como la diabetes o hipertensión arterial. Un diabético o hipertenso no contralado que sigue abusando de este tipo de bebidas son ningún tipo de control será propenso a sufrir accidentes cereborvasculares.
Con ello, no decimos que debemos prohibir este tipo de bebidas, lo que único en lo que debemos incidir es que deberíamos reducir notablemente su consumo ya que si las tomamos a diario podemos tener problemas muy serios a corto plazo. Si optamos por ellas eventualmente, como por ejemplo una vez a la semana no pasaría nada ya que el efecto sobre nuestro organismo sería mínimo. Recordemos, que muchos entrenadores recomiendan bebidas azucaras para recomponerse del ejercicio, no por ello debemos de tomarlo como un hábito.
Aunque en España, cada día estamos más preocupados por este tema, claro está que el país donde más se consumen este tipo de bebidas sería Estados Unidos. Allí se ha convertido en una preocupación a nivel mundial porque es donde se registran el mayor número de muertes al año.
Por tanto, podíamos concluir que debemos optar por beber agua, ya que las bebidas a las que nos referimos son muy perjudiciales para nuestro organismo por las posibles enfermedades que acarrean mientras que el agua contribuye a una alimentación saludable y equilibrada.
Como siempre decimos, todo en exceso es malo, por tanto, si te gustan, hazlo muy puntualmente, de esa forma no crearas un hábito ni tampoco desencadenaras enfermedades. Hazlo todo con moderación
