NEAT. Qué es, significado y cómo mantenerlo elevado

El NEAT es un concepto de la nutrición deportiva que ha crecido en popularidad en los últimos meses.

Ello se debe a que el NEAT tiene un papel importante a la hora de obtener resultados óptimos utilizando la nutrición deportiva y el entrenamiento.

Lo habitual es que una persona se centre en el ejercicio y en la dieta, quedando el NEAT en segundo plano e, incluso, en el olvido, a la hora de hacer nuestro balance calórico.

En este artículo vamos a ver qué es el NEAT, su significado, cómo calcularlo, y algunas formas de mantenerlo elevado.

¿Qué es el NEAT? Significado

NEAT significa Termogénesis por Actividad No-Ejercicio, (del inglés non-exercise activity thermogenesis), y se refiere a la energía que gastamos en actividades diarias que no entran dentro de los entrenamientos o prácticas deportivas.

Estas actividades que nos parecen tan simples, como andar, subir escaleras, limpiar en casa, o algunos trabajos, tienen un papel importante en el gasto calórico total diario.

El NEAT suele ser pasado por alto, pero su valor al final del día puede marcar una diferencia significativa a la hora de obtener resultados físicos y estéticos.

Algo muy importante sobre el NEAT es que está presente en las vidas de todas las personas, independientemente de si son deportistas o no, ya que todos hacemos en mayor o menor medida actividades diarias cotidianas.

El NEAT no solo ayuda al gasto calórico relacionado con la salud, sino que también puede influir en la regulación del peso y la composición corporal, algo importante cuando hablamos de estética.

Teniendo en cuenta al NEAT, no solo mejoramos nuestros resultados deportivos, sino que también favorecemos un estilo de vida más activo y saludable.

Ejemplos de NEAT

El NEAT abarca una amplia gama de actividades que realizamos a diario, las cuales no consideramos ejercicio como tal.

Estas actividades que no tenemos en cuenta, pueden llegar a suponer a un impacto calórico significativo al final del día.

Caminar, por ejemplo, es una de las actividades más comunes del NEAT.

Desde andar hacia el trabajo, hasta paseos para relajarnos o pasar el rato con alguien, van a ser pasos que suman a nuestro gasto calórico.

Moverse constantemente también es una actividad que suma al NEAT.

Cosas tan simples como levantarse de la silla en lugar de estar sentados, hacer estiramientos de vez en cuando, o agacharse a recoger algo del suelo, son movimientos que contribuyen a aumentar nuestro gasto energético sin necesitar una rutina de ejercicios o entrenamiento.

Otros ejemplos importantes para el NEAT son las tareas cotidianas, como las domésticas, jugar con nuestros hijos, o cargar las bolsas de la compra.

No podemos olvidar los trabajos físicos, como los de albañil, mozo de almacén, líneas de fábricas, y muchos otros tantos en los que al final de la jornada se han podido gastar, perfectamente, más de 500 kcal.

Estas acciones que nos parecen tan simples y rutinarias, gracias a su constante acumulación hacen que el NEAT sea una parte notable de nuestro gasto calórico total.

Factores que influyen en el NEAT

Al hablar del NEAT debemos tener en cuenta que nuestro estilo de vida, trabajo y preferencias, juegan un papel fundamental en el valor que acumulamos en nuestro día a día.

El tipo de trabajo que tenemos va ser un factor determinante, como hemos visto antes.

Los trabajos sedentarios donde hay que estar horas sentados pueden reducir notablemente el NEAT.

Por otra parte, trabajos más activos como aquellos que requieren caminar o moverse constantemente, van a ayudar de manera importante al NEAT.

Nuestra rutina diaria también afecta al NEAT.

Las personas que tienen una vida activa y se mantienen en movimiento tendrán un NEAT más alto en comparación con aquellas que pasan la mayor parte del día en reposo.

Además, el tiempo dedicado a actividades de ocio, como ver televisión o jugar a videojuegos también va a influir en el NEAT.

A nivel más personal, los factores psicológicos también tienen un papel importante.

Algunas personas tienen una predisposición natural para moverse más, mientras que otras pueden sentirse más cómodas en el sedentarismo, lo cual también influyen en el NEAT.

¿Cómo calcular el NEAT?

Pasamos ahora a ver cómo calcular el NEAT, y para ello deberemos hacer un recordatorio de algunos conceptos de nutrición deportiva.

El gasto calórico diario es el resultado de sumar:

• La Tasa metabólica basal (TMB), que es la cantidad mínima de energía que necesita el organismo para mantener las funciones vitales en reposo.
• La Actividad física y que es algo que depende de la persona. Aquí es donde se ubica el NEAT, junto a los entrenamientos deportivos.
• La Termogénesis consecuencia de la alimentación, y que se refiere a la energía que necesita el organismo para digerir y absorber nutrientes. Por ejemplo, se necesita más energía para digerir proteínas que para digerir carbohidratos.

Tras esto, tenemos dos formas de calcularlo de manera aproximada:

• La primera, calcular las calorías gastadas en cada una de las actividades que realizamos dentro de lo que consideramos NEAT, y sumarlas. Hoy en día con los smartwatches y relojes deportivos esto es algo muy sencillo.
• La segunda será calcular el gasto calórico diario, restarle la TMB, la termogénesis y lo gastado durante el entrenamiento.

Hacerlo de la primera forma va a resultar más fácil gracias a los dispositivos mencionados.

NEAT para mejorar resultados deportivos y estéticos

Vamos a ver una serie de aspectos donde NEAT juega un papel importante a la hora de ayudarnos a conseguir resultados.

Necesidad de movimiento constante y NEAT

Tener en cuenta el NEAT supone tener en cuenta el movimiento constante en nuestra vida diaria.

Debemos ser capaces de reconocer que pequeñas acciones acumuladas a lo largo del tiempo pueden llegar a ser importantes en el gasto calórico total y, por ello, en la composición corporal y el rendimiento deportivo.

Una forma efectiva de incorporar movimiento constante es establecer hábitos que fomenten la actividad física.

Por ejemplo, andar brevemente cada vez que se haga una pausa en el trabajo en caso de hacerlo sentados.

Utilizar las escaleras en lugar del ascensor o, si usamos transporte público, bajar una parada antes y andar el resto del trayecto.

En el ámbito laboral, se puede considerar la posibilidad de trabajar en un escritorio de pie o utilizar un taburete en lugar de una silla.

Disfrutar moviéndose para favorecer el NEAT

Para maximizar nuestro NEAT es necesario disfrutar y hacer que el movimiento sea algo que nos motive.

Para ello nada mejor que buscar actividades que nos gusten, como bailar, pasear, jugar con nuestros hijos o mascotas...

Cuando disfrutamos de lo que hacemos es más probable que lo mantengamos a largo plazo, es decir, debemos buscar la adherencia, como ocurre en el caso del entrenamiento.

Integrar movimiento constante en la vida diaria es algo positivo para aprovechar el NEAT y mejorar los resultados deportivos.

Estas pequeñas acciones no solo aumentan el gasto calórico, sino que también contribuyen a un estilo de vida más activo y saludable.

Combatir sedentarismo gracias al NEAT

El sedentarismo es un problema silencioso y habitual en la vida de muchas personas.

El NEAT es un factor esencial que nos va a permitir combatir el sedentarismo, ya que nos ayuda a romper largos periodos de inactividad para aumentar el gasto calórico diario y mejorar la salud en general.

Para aquellas personas no deportistas, una estrategia efectiva es ponerse recordatorios para levantarse y moverse, especialmente si están mucho tiempo sentados.

Con esto, al cambiar a una mentalidad activa en todas las áreas de nuestro día a día, podemos maximizar los beneficios del NEAT.

Optar por transporte activo para favorecer el NEAT

Podemos aumentar el NEAT si optamos por caminar o ir en bicicleta en lugar de depender del coche o del metro.

El transporte activo supone una oportunidad para añadir actividad física a nuestra rutina diaria.

Además de los beneficios físicos, el transporte activo también puede ser bueno para nuestra mente, ya que permite conectar con el entorno, disfrutar del aire libre y reducir el estrés.

Al integrar el movimiento en la rutina de transporte, conseguiremos un doble beneficio: una forma reducir el estrés, y una manera de mejorar la salud y resultados deportivos.

Importancia de mantener un equilibrio entre NEAT y descanso.

Ya hemos visto que el NEAT es importante, pero no debemos caer en el error de intentar estar siempre moviéndonos a la mínima que podemos.

Mientras buscamos aprovechar al máximo el NEAT para optimizar los resultados estéticos y deportivos, es necesario tener en cuenta la importancia del equilibrio entre la actividad y el descanso.

Si bien aumentar la actividad física es bueno, exagerar puede llevarnos al agotamiento y a un rendimiento deficiente.

Un exceso de actividad sin descanso adecuado puede tener efectos negativos en la recuperación muscular y en la salud en general.

El cuerpo necesita tiempo para repararse y regenerarse después de la actividad física, y pasar por alto este aspecto puede aumentar el riesgo de lesiones y de agotamiento crónico.

El descanso no solo se refiere al sueño adecuado, sino también a períodos de relajación durante el día.

Intercalar momentos de inactividad tranquila con actividad física es bueno para permitir que el cuerpo se recupere y se prepare para futuras sesiones de movimiento.

La clave está en encontrar un equilibrio que funcione para nuestro cuerpo y tus objetivos.

NEAT y definición muscular

El NEAT tiene un papel importante en el proceso de definición muscular, ya que contribuye de manera significativa a la creación de un balance energético negativo necesario para reducir el porcentaje de grasa corporal y marcar así la musculatura.

Cuando queremos aumentar la definición muscular, el objetivo es perder grasa mientras se mantiene lo máximo posible la masa muscular magra.

Aquí es donde el NEAT entra en juego.

Aumentar la actividad física en actividades cotidianas, como andar más, realizar tareas domésticas o subir las escaleras en lugar del ascensor, ayuda a incrementar el gasto calórico total a lo largo del día.

El NEAT no solo contribuye al déficit calórico necesario para perder grasa, sino que también puede ser un factor protector de la masa muscular.

Mantener niveles óptimos de actividad física durante todo el día crea un entorno favorable para la síntesis proteica y puede ayudar a prevenir la pérdida de masa muscular durante el proceso de definición.

Además, aumentar el NEAT no solo tiene beneficios en términos de composición corporal, sino también en la salud general como ya hemos visto a lo largo de este artículo.

Ello se debe a que mejora la circulación sanguínea, la respuesta metabólica y la sensibilidad a la insulina, lo que influye en la recuperación y en la eficiencia del entrenamiento.

Con esto ya conocemos mejor el concepto de NEAT y su influencia en nuestro balance calórico diario, lo cual lo convierte en una herramienta adecuada para mejorar nuestra definición muscular y nuestra salud general.